Bueno, esta es la primera entrada de este nuevo blog que decidí crear, porque no tenía un lugar donde colocar todas estas cosas que pasan por los ojos y por la mente ya que la realidad para cada uno es diferente y a veces la vives como si fueras otra persona, aunque sigues siendo el mismo.
Así que empezaré hablando un poco de lo que descubrí un 27 de noviembre del 2006, porque fue un día como hoy:
Como un típico Domongo, la pasé durmiendo o metido en internet, en el messenger, sin conversar con nadie, siempre lo dejo conectado sin razón alguna. Después de 4865321598465 cosas que me vienen encima porque, para variar, meto la pata con roche, comencé a pensar en los olores que he sentido. Estamos a unos pasos de diciembre, mes navideño, una época que no es de mi agrado porque todo ese espíritu en mí desapareció hace tiempo. Es por eso que detesto tanta falsedad en ciertas personas, no me gusta celebrar la Navidad y si la celebrara, la pasaría con ciertas personas y mi familia no estaría incluida.
Además de este olor que me deprime, decidí sacar mi cabeza por la ventana y ver lo que sucedía en la calle..
nada..
..nada de nada.
Todo era soledad y no sólo por ser de noche. Apoyando esa soledad de la ciudad, un olor se mezclaba con ella, un olor a mar. Me gusta el mar, pero me pone nostálgico, melancólico, siento mucha soledad al estar cerca. Sin embargo, me gusta ir y es porque algo me llama hacia ese lugar. Jamás me había fijado en esos motivos, en esas sensaciones que ciertos olores (o ciertas situaciones) generan en mí, en el porqué. Ahora me respondí una pregunta, pero no me respondo la que dice "si te deprime tanto, ¿por qué te gusta?".
Siempre nacen nuevas preguntas..
..y cuando caminas por un mundo gris son aún mayores.
En resumen, este fin de semana fue.. fue una mierda, totalmente mierda, y la semana también. Después de meditar los hechos que pasaron y las metidas de pata que tuve, creo que estuvo bien respirar al mar, que se encuentra lejos de mi hogar y me vino a encontrar. También fue bueno sentir una sensación más que no voy a decir, porque está guardada en mi cerebro y sólo la conocen ciertas personas, aquellas que se ponen tristes al sentirlas.